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La embolización de la vena ovárica es un procedimiento en el que una vena varicosa dañada del ovario se cierra o se abre con un stent para mejorar el flujo de salida, aliviando así el dolor asociado con el síndrome de congestión pélvica . Se realiza en el hospital por un radiólogo intervencionista de forma ambulatoria. El radiólogo hace una pequeña punción en una vena de la ingle o el cuello y pasa un catéter a través de la vena ovárica, guiado por tecnología de rayos X. Se pasa un material especial, ya sea un gel que se solidifica o una pequeña bobina de acero, a través del catéter para bloquear la vena dañada. Una vez que esta vena está bloqueada, las venas sanas toman el control y controlan el flujo sanguíneo al área pélvica.
El tratamiento ha ayudado con éxito a aliviar el dolor y otros síntomas en más del 80% de las mujeres con síndrome de congestión pélvica . La recuperación es rápida y la mayoría de las mujeres se sienten lo suficientemente bien como para regresar al trabajo al día siguiente.
Referencias